La poesía de Federico García Lorca

Autores de la Generación del 27

Federico García Lorca (1898-1936)

 

Federico García Lorca (1898-1936) nació en Fuentevaqueros (Granada) en 1898. Estudió Letras y Derecho por imposición de sus padres, pero su interés y sensibilidad siempre le empujaron hacia el arte. Se interesó por la música, la pintura y especialmente la poesía. Vivió en la famosa Residencia de Estudiantes madrileña (una selecta institución que durante décadas formó a algunos de los mejores intelectuales y artistas del país) donde entabló amistad con los que luego serían conocidos artistas como Buñuel, Dalí y algunos de sus compañeros de generación.

Pronto recibió el reconocimiento como escritor. En la década de los años 20 su interés se centra en la poesía y en la década posterior, sin dejar de escribir poemas, se vuelca de lleno en el teatro, donde logró un gran éxito en España y Argentina. Precisamente se preparaba para estrenar la que es, probablemente, su mejor obra, La casa de Bernarda Alba, cuando la muerte  acabó con la carrera de uno de los mejores escritores españoles de todos   los tiempos, justo cuando alcanzaba la madurez creativa. De manera injusta y absurda, fue  fusilado  en Víznar (Granada) en los primeros días de la Guerra Civil.

Federico García Lorca es el poeta contemporáneo que ha logrado mayor universalidad y, aunque su fama se deba también a razones extraliterarias por su muerte prematura, lo cierto es que sus magníficos y bellos poemas justifican sobradamente esa popularidad.

 

En su poesía podemos distinguir dos etapas principales:

A) Una primera que tradicionalmente se ha catalogado como neopopularista y que culmina con la publicación de la mejor obra de esta etapa: Romancero Gitano (1928)

B) Una segunda marcada por el surrealismo, donde destaca Poeta en Nueva York (1929). También a la década de los años treinta pertenecen obras que se publicaron póstumamente y que tienen elementos neopopularistas, surrealistas y de marcado estilo personal: Seis poemas galegos (1935), Sonetos del amor oscuro (1984),  Diván del Tamarit (1941) y Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1941). Pero veámoslo con más detalle.

 

Primera etapa (1921-1930)

En 1921 aparece su primer libro, Libro de poemas, de estilo que recuerda el modernismo y de temática popular. A este primer libro le seguirán sus primeras grandes obras: Poema del cante jondo (1921), Canciones (hacia 1924), y el más destacado de esta primera etapa: Romancero gitano, concluido en 1928.

Las características principales de estas primeras obras son:

  • Pertenecen a la estética de la poesía pura.
  • Mezcla temas y estilos propios de la poesía popular-tradicional (cancioneros del s. XVI, romancero viejo, etc.) con la estética de la vanguardia. Esta corriente se conoce como neopopularismo ( y Lorca junto con Alberti serán los principales representantes del movimiento).

En cuanto a los temas, se fijan ya en estos primeros libros los temas que estarán presentes en toda su producción posterior. A saber: La muerte, el amor, la frustración, y la esterilidad, como principales. También la obsesión por objetos como el cuchillo o símbolos como la luna, la sangre, el agua, el caballo, el color verde, los gitanos y sus opresores: la Guardia Civil.

 

El Romancero Gitano (1928)

El libro más importante de su primera etapa. El tema principal es el enfrentamiento, en un sentido mítico y trascendente,  entre los gitanos (símbolo de  la libertad individual) frente a la Guardia Civil (que simboliza a la autoridad social que reprime la libertad del individuo).

Los poemas están ambientados en Andalucía, pero la visión del paisaje y sus gentes no es costumbrista o tópica, sino que trasciende a un estado mas mítico, cargado de connotaciones y símbolos algunos universales como por ejemplo: el agua= vida; la luna= muerte o fertilidad; El cuchillo = muerte…

 

En el estilo de estos poemas destaca de entrada la forma estrófica. Lorca elige el romance, estrofa muy tradicional, pero aunque tienen forma tradicional, en el contenido se mezcla la tradición con vanguardia. Por tanto, como los romances tradicionales hay pasajes líricos dentro de una estructura narrativa que cuenta una historia con su planteamiento, nudo y desenlace. El problema es que la parte narrativa del poema es difícil de interpretar porque las metáforas e imágenes empleadas  son vanguardistas, nuevas y, en ocasiones, indescifrables.

 

Segunda etapa (1930-1936)

La segunda y última etapa de Lorca ofrece libros como Poeta en Nueva York, escrito entre 1929 y 1930. El libro es el resultado de un viaje del poeta a esa ciudad. El último libro que publica en vida fue Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías (1935), torero amigo de  muchos autores del 27 y  muerto en la plaza en 1934 (para muchos es su mejor libro).

Poeta en Nueva York (publicado en 1941) es un libro que tradicionalmente se ha caracterizado como surrealista, pero hay que matizar que el surrealismo en Lorca (como en el resto de los miembros de la generación del 27)  es muy personal y se basa en las  imágenes y metáforas irracionales, oníricas, pero nunca recurre a  la escritura automática como en el surrealismo francés.

El tema principal del libro es el irracional rechazo que le provoca al poeta la situación marginal de los negros y los judíos en la gran ciudad. Se trata de nuevo de un enfrentamiento entre la búsqueda de libertad del individuo y las fuerzas sociales más represivas (recordemos el tema general de su obra es el enfrentamiento entre el principio de autoridad y el principio de libertad) . Lorca da un giro en su poesía que se vuelve más comprometida con el dolor y el sufrimiento humano. El libro se sitúa en la corriente comprometida de la poesía de los años 30 (a los “felices años 20”de optimismo después de la Primera Guerra Mundial le suceden los “oscuros años treinta”: el crack bursátil de 1929, la proliferación de ideologías radicales como el fascismo, comunismo, etc.). Otros muchos poemas del libro de ocupan de la muerte y la soledad.

En resumen, en Poeta en Nueva York no hay composiciones con un argumento coherente, sino que se suceden las imágenes irracionales, indescifrables, producto de las pesadillas que atormentan al autor.

 

Por último, es difícil ubicar el resto de sus libros publicados de manera póstuma y muchos de ellos inacabados: Seis poemas galegos, Sonetos del amor oscuro (descubiertos en 1984) y Diván del Tamarit.

 

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