A partir de los años 70, la novela española se caracteriza por la coexistencia de distintas tendencias y estilos anteriores (experimentalismo, intimismo, realismo…)
A principio de los años ochenta podemos destacar dos tendencias claramente diferenciadas:
a) Por un lado se lleva al extremo la novela experimental de la etapa anterior: de lo imaginativo, el mundo de los sueños, de lo absurdo (tendencia que pronto se moderara)
Autores destacados: J. Mª. Guelvenzu; José María Vaz de Soto
b) La vuelta a la novela tradicional, el gusto por el argumento, los personajes, la historia bien contada, pensada para entretener. Es la que triunfa hasta nuestros días.
Por este camino de la vuelta a la novela tradicional (que va a ser la mayoritaria hasta hoy) aparecen una primera oleada de novelistas (a veces encasillados como Generación del 68) destacados como Manuel Vázquez Montalbán, Eduardo Mendoza, Luis Mateo Díaz y Juan José Millas.
Las primeras novelas de Eduardo Mendoza son bastante representativas del nuevo rumbo de la narrativa. La verdad sobre el caso Savolta (1975) tiene todos los elementos de la novela que arranca con la transición: una historia bien contada y con interés de la intriga; mezcla de diferentes técnicas narrativas como el folletín, la novela policiaca, la novela realista, etc.; la trama va acompañada de otros contenidos que se dirigen a la crítica social o la introspección personal; el estilo es elegante, cuidado, elaborado, en definitiva, con mérito artístico.
La otra oleada la forman escritores que comienzan a publicar desde los años ochenta; destacan: Javier Marías, Rosa Montero, Antonio Muñoz Molina o Julio Llamazares.
Caso aparte es el de Francisco Umbral, uno de los más grandes prosistas de la segunda mitad del siglo veinte. Conocido tanto o más por sus columnas en prensa como por su obra de ficción, Umbral creó un estilo muy personal, sin tener en cuenta las modas del momento y en el que destaca el empleo de la prosa lírica.
A modo de conclusión final podemos observar como el mercado se ha impuesto en la literatura, de manera que se comienza a publicar con la finalidad de vender una gran cantidad de obras. Los autores se popularizan y participan en los distintos medios de comunicación (prensa, radio y televisión). El término inglés best-seller se asienta entre nuestros autores como sinónimo de calidad y triunfo. Los autores más exitosos suelen publicar un libro cada uno o dos años para no perder el interés por parte de los lectores.
En los últimos años se están imponiendo la novela de aventuras y la novela histórica, como los dos subgéneros más importantes.