Comentario de La casa de Bernarda Alba

La casa de Bernarda Alba, clasificada como drama rural, fue terminada en junio de 1936 poco antes de que el poeta muriera asesinado. Está inspirada en hechos reales de una familia vecina en Granada conocida por el autor.

La obra, estrenada en Buenos Aires en 1945 por la compañía de Margarita Xirgu, en España no se pudo representar hasta 1964. Desde entonces se ha convertido en un clásico de la literatura española y universal.

Para la mayoría de la crítica se trata de la mejor obra del autor.

 

1. Argumento

Tras la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba impone a sus cinco hijas un luto de ¡8 años!; es decir, que durante ese tiempo no podrán salir de su casa, quedarán recluidas, como en  una cárcel. Pueden permitírselo porque pertenecen a una acomodada familia de media/alta clase rural, tienen criadas y viven de las rentas.

El luto impuesto se trata de la exageración de una costumbre real, de una tradición llevada a extremos increíbles (normalmente el luto duraba un año cómo máximo). Pero esa misma exageración, ese exceso sitúa la obra en el plano de lo mítico, lo legendario y lo simbólico.

Las hijas viven una diferente situación. Solo Angustias sabe que va a salir de ese encierro porque está prometida para casarse con Pepe el Romano (éste no la quiere, solo se casa por la dote). El resto tiene que resignarse a vivir sin salir a la calle mientras dure el luto. Pero la forma que tiene cada una de ellas de afrontarlo será  diferente: Magdalena y Amelia son mas sumisas, pronto se resignan y pierden la esperanza y la motivación; Martirio, en cambio, se consuela mostrando  envidia y odio, especialmente en su relación con Adela y Angustias; y  Adela, la más  rebelde, no se resigna a estar como enterrada en vida y quiere disfrutar de su cuerpo y su juventud, y a pesar de las limitaciones, se hace amante de Pepe el Romano

Recordemos que ninguna puede salir de la casa. Pero Angustias, como va a casarse, puede entrevistarse con su novio a través de la ventana de su habitación. Los encuentros se hacen por la noche, y cuando acaba la entrevista, “El Romano” va al otro lado de la casa hasta la ventana de Adela que ha llamado su atención y se ha convertido rápidamente en su amante.

La Poncia (una de las criadas) es la primera en descubrir la situación, pero no dice nada a Bernarda. Martirio pronto conocerá también los encuentros secretos de Adela  y es  precisamente ella quien  en el acto tercero, movida por los celos, delate a su hermana.

Los amantes son sorprendidos, hay una confusión, se oye un disparo y Adela creyendo muerto su amor, toma la solución más trágica.

En resumen, la obra muestra un enfrentamiento de fuerzas  irreconciliables: por un lado, Adela representante del  vitalismo y la pasión que nunca renunciará a buscar su libertad como persona mas allá del presidio de su casa; por el otro, Bernarda, representante de todas las restricciones sociales y morales que oprimen al ser humano.

 

2. Personajes

Bernarda Alba (60 años). Representa las convenciones morales y sociales más conservadoras. Su principal preocupación es guardar la apariencia, el qué dirán. Es capaz de imponer a sus hijas el tormento de 8 años de luto sólo por una cuestión de dignidad social  llevada al extremo (el luto, en condiciones muy extremas podía llegar como mucho a los tres años), por guardar las apariencias, por  parecer más decente que los demás.

Es orgullosa y dominante (“Aquí se hace lo que yo mando”). Siempre impone su voluntad. Su dura personalidad no deja nunca ver al más mínimo sentimiento (“Yo no me meto en los corazones”).

Como veremos toda la obra está repleta de símbolos y en este sentido Bernarda representaría la autoridad ciega y opresora. La primera palabra que pronuncia en la obra es “Silencio” y tras la muerte de Adela cierra la obra diciendo “silencio, he dicho silencio”. Simbólicamente vemos como ella abre y cierra el círculo infernal del que no se puede escapar.

Las hijas

Todas las hijas viven con el deseo del mundo exterior (“querer salir”). Y todas ellas están más o menos obsesionadas por lo erótico. Las cinco hijas de Bernarda representan actitudes que van de la sumisión o la resignación a la rebeldía.

Angustias  (39 años). Hija del primer matrimonio de Bernarda, lo que la convierte en prácticamente la única heredera. Es una mujer, como se dice en la obra, fea, delgada, débil y enfermiza. A pesar de ello, se va a casar con Pepe el Romano por la motivación de la herencia (o dote).

Junto con Martirio y por supuesto Adela, es la hija que más peso dramático tenga en la obra.

Magdalena (30 años). Por una parte da muestras de sumisión, pero puede sorprendernos con amargas protestas. Ella hubiera preferido ser un hombre, ya que  ha abandonado la idea de casarse. Tiene una escasa participación en la obra.

Amelia (27 años). Uno de los personajes menos caracterizado. Podemos decir de ella que era: resignada y tímida

Martirio (24 años). Personaje más complejo. Pudo haberse casado, si su madre no se lo hubiera impedido, pero el novio no era de su gusto, no pertenecía a la misma clase social que la familia de Bernarda, es decir, pequeños hidalgos campesinos.

Actúa de un modo bastante irracional, en especial en lo que se refiere a su hermana Adela. Ella también está enamorada de Pepe el Romano y, movida por los celos, será la que desencadene la tragedia final, pues, y lo dice expresamente en la obra, “Pepe será solo para Angustias o no será para ninguna”.

Adela (20 años). Es la más joven, hermosa y  apasionada. En el primer acto, por ejemplo, aparece vestida con un traje verde (símbolo de vitalismo y vida).

Es la que tiene más deseos de libertad hará que inevitablemente sea la primera hija que se  enfrente con su madre. Si su madre les impone una reclusión de 8 años, ella no se resigna a soñar, a sentirse libre al menos con la imaginación, a no perder la esperanza. Y los deseos los realiza al hacerse amante de Pepe.

En el plano social, si Bernarda Alba  representa un estricto código moral de la honra y la dignidad de la mujer que debe guardar su virtud y, en consecuencia, la virginidad fuera del matrimonio, Adela rompe con todas las reglas y convenciones impuestas para una mujer de su época: “¡Mi cuerpo será de quien yo quiera!”. Se hace amante de Pepe el Romano aunque esto suponga quedar “manchada” socialmente.

Otros Personajes

Maria Josefa (80 años) La madre de Bernarda. Está loca y vive encerrada en su habitación. Representa simbólicamente los problemas centrales: la frustración de las mujeres y el deseo de matrimonio, el deseo de maternidad, la búsqueda de la libertad: “¡Quiero salir y casarme a la orilla del mar, a la orilla del mar ¡Quiero irme de aquí, Bernarda! A casarme a la orilla del mar, a la orilla del mar.”

La Poncia (60). Vieja criada: interviene en las conversaciones, en los conflictos, hace advertencias, da consejos a Bernarda. Tiene bastante presencia en la obra. Será la primera en descubrir la relación entre Adela y Pepe, aunque no la delata.

La Criada (50). De mucho menor importancia que Poncia; se muestra sumisa e hipócrita enfrente de Bernarda (aunque la odia)

Pepe El Romano. Aunque no aparece en escena  está presente en toda la obra como foco de las tensiones. Es la encarnación del hombre como  objeto del deseo. Va detrás del dinero de Angustias, pero se enamora de Adela.

 

3. Estructura

Es muy simple y tradicional: 3 actos que coinciden el desarrollo argumental de la obra, o sea:

  • Acto I: planteamiento (la situación de luto, Angustias novia del Romano: la única que va a salir)
  • Acto II: nudo (Adela y Pepe son amantes)
  • Acto III desenlace (descubrimiento de los amantes y tragedia final)

 

4. Tema central

Es el tema principal de la obra es el mismo que recorre toda la obra de Lorca: El enfrentamiento entre la libertad individual y la autoridad (normalmente representada en las normas y restricciones sociales y morales). Las hijas ansiosas de vida y libertad son reprimidas por la autoridad de Bernarda.

Temas secundarios

  • El erotismo y el deseo sexual

El sexo es presentado en la obra como un instinto tan ciego e irracional como el poder y la autoridad que representa Bernarda. El deseo sexual condiciona a todas las hijas, pero se manifiesta con toda su fuerza en Adela: la única que no puede reprimirlo, que se deja llevar por su pasión aunque le cueste la vida. Dice: “Nadie podrá evitar que suceda…”, “Mi cuerpo será de quien yo quiera…”, “Me pondré delante de todos la corona de espinas”; “Aquí se acabaron las voces de presidio… en mí no manda más que Pepe!”

  • La hipocresía, el mundo del que dirán y la marginalidad de la mujer

El tema de la hipocresía está relacionado con el de la marginalidad de la mujer y el sentido de la honra. Lo que es consentido en los hombres no lo es en las mujeres. Estas viven guardando las apariencias, comportándose como se espera de ellas: honestas, solo tienen novio para casarse con él y luego son obedientes esposas y cuidadoras de su casa.

Dice Bernarda: “Yo no me meto en los corazones, pero quiero buena fachada y armonía familiar”; e insiste en ello varias veces: “quiero buena fachada” (o sea, mantener la apariencia).  Como los otros aspectos represivos de la obra, es Bernarda quien, a pesar de ser mujer, defiende los valores sexistas que impiden a la mujer manifestarse. Un buen ejemplo de esta actitud la encontramos en los consejos que da a Angustias para cuando se case (acto tercero):

Bernarda: ¿Qué cuenta Pepe?

Angustias: Yo lo encuentro distraído. Me habla siempre como pensando en otra cosa. Si le pregunto qué le pasa, me contesta: «Los hombres tenemos nuestras preocupaciones.»

Bernarda: No le debes preguntar. Y cuando te cases, menos. Habla si él habla y míralo cuando te mire. Así no tendrás disgustos.

Angustias: Yo creo, madre, que él me oculta muchas cosas.

Bernarda: No procures descubrirlas, no le preguntes y, desde luego, que no te vea llorar jamás.

 Angustias: Debía estar contenta y no lo estoy.

Bernarda: Eso es lo mismo.

  • La envidia y el odio

Se manifiesta en las hijas y es una consecuencia directa de su presidio. Todas envidian a Angustias porque siendo la más fea y vieja es la única que por su dinero tiene la posibilidad de casarse y salir de la casa. Pero es entre Adela y Martirio donde se muestra con toda su fuerza el sentimiento de envidia y odio. A Martirio le hubiera gustado ocupar el lugar de Adela como amante de Pepe El Romano y por celos delata a su hermana lo que desencadena la tragedia final.

 

5. El Espacio

La acción se desarrolla en la casa de Bernarda Alba, un espacio cerrado. Este lugar, transmite una atmósfera asfixiante y es  comparado a lo largo de la obra con un “convento”, un “presidio” o un “infierno”.

Si el mundo interior junto con el calor de verano en que se desarrolla la acción dramática reprime las pasiones y ahoga a los personajes, el mundo exterior (nunca presente físicamente en la obra y como Pepe El Romano solo aludido o nombrado) representa la libertad y la vida.

 

6. El Lenguaje

El manejo del lenguaje en la obra es magistral y es el elemento que hace creíble la  mezcla de realidad y poesía de la obra. Los personajes emplean una lengua que parece coloquial y adecuada al mundo rural, pero es solo apariencia porque se trata de un lenguaje muy medido y rítmico, conciso y preciso, y con una fuerte carga poética. El diálogo destaca por el empleo de  réplicas cortas y rápidas. Pero, como decimos, lo nuevo y original es que Lorca fue capaz de crear un lengua literario (nadie en los pueblos habla como lo hacen los personajes de la obra) pero de apariencia coloquial. Ese equilibrio es difícil, casi imposible de conseguir.

Veamos algunos ejemplos de este lenguaje (noto la presencia de lenguaje literario con la negrita):

La Poncia: Tirana de todos los que la rodean. Es capaz de sentarse encima de tu corazón y ver cómo te mueres durante un año sin que se le cierre esa sonrisa fría que lleva en su maldita cara. ¡Limpia, limpia ese vidriado!

Adela: Es inútil tu consejo. Ya es tarde. No por encima de ti, que eres una criada, por encima de mi madre saltaría para apagarme este fuego que tengo levantado por piernas y boca.

BERNARDA: Quietas, quietas. ¡Qué pobreza la mía no poder tener un rayo entre los dedos!

 

7. Los símbolos. La obra está repleta de simbolismo. El recurso de cargar a las palabras y a las acciones de un doble significado es un hecho que se repite en toda la producción de Lorca tanto en su poesía como en su teatro. Algunos de los símbolos usados en La Casa de Bernarda Alba han aparecido repetidamente en toda su obra anterior; nos referimos por ejemplo al agua, el caballo, el color verde, el calor… Otros símbolos son propios para este  drama como por ejemplo la etimología del nombre en los personajes y su  paralelismo bíblico.

Quizá el primer símbolo sean la hijas y Bernarda; las primeras representan la  libertad y Bernarda la  autoridad que no las deja ser libres. El ser humano enfrentado a las normas sociales.

Resto de significaciones simbólicas destacadas:

  • El Agua. En Lorca el agua tiene un doble significado. Si fluye libre (como el agua de un río) tiene significado de vida; en cambio el agua detenida, el agua de los pozos o estanques significa muerte.

(En el acto I) Bernarda: Es así como se tiene que hablar en este maldito pueblo sin río, pueblo de pozos, donde siempre se bebe el agua con el miedo de que esté envenenada. (Acto III)Prudencia: Yo dejo que el agua corra. No me queda más consuelo que refugiarme en la iglesia, pero como me estoy quedando sin vista tendré que dejar de venir para que no jueguen con una los chiquillos…

  •  El calor. Está en relación con la situación de angustia personal que viven las hijas y que viene provocada por la opresión del encierro. Con el calor se acentúa la sensación de asfixia dentro de la casa.

[Acto II]  Amelia: (A la Poncia.) Abre la puerta del patio a ver si nos entra un poco el fresco. (La Poncia lo hace.) Martirio: Esta noche pasada no me podía quedar dormida del calor. Amelia: ¡Yo tampoco!

  •  La Locura: La Madre-Loca de Bernarda: Símbolo de la libertad que se enfrenta a la autoridad, también de los deseos de maternidad y matrimonio (ver fin acto I)
  •  El Caballo. Símbolo de la pasión, la vitalidad. Aparece casi al final de la obra como anuncio de que la fuerza incontenible de la pasión golpea los muros  que acabará por derribar de la casa.

(Se oye un gran golpe, como dado en los muros.) ¿Qué es eso? Bernarda: El caballo garañón, que está encerrado y da coces contra el muro. (A voces.) ¡Trabadlo y que salga al corral! ( En voz baja.) Debe tener calor.

  •  Simbolización con Cristo y el nuevo testamento. En la etimología de los nombres y en algunos de los comportamientos de los personajes se observa esta implicación con los hechos bíblicos que dota al drama de una nueva implicación de alcance místico. Adela sería el Cristo, muere “colgada” y tienen que descolgarla como al Cristo de la cruz (final de la obra). Ella misma asume ese papel cuando dice que  me pondré delante de todos la corona de espinas. La madre de Bernarda lleva los nombres de los padres de cristo María Josefa. La Poncia como Poncio Pilatos es testigo de los hechos pero no se implica en la denuncia explicita. Incluso Pepe tiene el sobrenombre de el Romano. Elementos todos, en definitiva,  que ayudan a crear un nuevo plano en la obra.

 

8. Comentario

La obra, como decimos, muestra un enfrentamiento de fuerzas  enfrentadas: por un lado, Adela representante del  vitalismo y la pasión que nunca renunciará a buscar su libertad como persona mas allá del presidio de su casa; por el otro, Bernarda, representante de todas las restricciones sociales y morales que oprimen al ser humano.

Los personajes principales más que personas representan conceptos: Bernarda, autoridad ciega; Adela, sexualidad,  libertad y pasión.

Las mujeres de la casa viven encerradas en un mundo del que no hay salida posible. La única forma de escapar es por medio de la locura como hace  María Josefa o la muerte como Adela.

Impresiona la manera de presentar el ambiente de opresión dentro de la casa. El lector se siente identificado con la pobre situación de las chicas. Además los rápidos diálogos hacen que  se desarrolle muy fluida, además de que estos diálogos están llenos de insinuaciones simbólicas y poéticas.

La metáfora del deseo de libertad del ser humano que preside la obra es válido para cualquier sociedad y cualquier época. Quizá principalmente por ello, la obra sigue de actualidad, y es seguro que no pasa una temporada en la que algún grupo profesional o amateur vuelve a representarla.

Bibliografía:

  • GARCÍA LORCA, F. (2011) La casa de Bernarda Alba. CATEDRA. Madrid

Enlaces:

  • Ver la obra en youtube

  • La versión para el cine, también en youtube

 

 

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