Comentario de La Regenta

1. El autor y su época

La novela realista en España nació de manera tardía en relación al resto de Europa. Si tenemos en cuenta que en 1830 Stendhal había publicado Blanco y Negro, y que en la década de 1850 publicó Balzac la mayor parte de la serie de novelas de su Comedia humana, la aparición de la  primera novela realista española , La fontana de Oro, de Galdós allá por 1870 llegó con considerable retraso con respecto al realismo inglés, alemán o frances. Las razones hay que buscarlas en las peculiaridades sociopolíticas de España: el Realismo va asociado a la irrupción del estado liberal como sistema y la burguesía como clase dominante. En España este proceso tiene lugar en 1868 cuando se produce una revolución liberal que expulsó la reina y produjo un cambio del sistema. Se inicia un periodo revolucionario de 6 años con diferentes tentativas de gobierno y que, como es lógico, dividió a la sociedad de la época.

Los revolucionarios reclamaban más libertades, una nueva constitución, el fin de la censura y de la esclavitud en las colonias de América (solo le quedaban a España Cuba y Puerto Rico) y sobre todo un mejor reparto del poder evitando la corrupción y el dominio que las clases privilegiadas (monarquía, nobleza y clero) habían mantenido hasta entonces. Pero sobre todo, la revolución alzó a la burguesía y su ideología liberal al poder en España. Y con el ascenso de la burguesía llega la novela realista la que retrata sus preocupaciones, el enfrentamiento político y social del momento. En este contexto se produce la obra de Leopoldo Alas “Clarín”.

Leopoldo Alas “Clarín” nació en Zamora, aunque pronto se trasladó a vivir a Oviedo, y siempre se sintió asturiano. Estudió Economía y llegó ser catedrático en la Universidad de Oviedo. Desde joven practicó el periodismo en artículos que firmaba como Clarín (sobrenombre por el que se le conoce hoy como escritor). Como articulista fue temido por sus implacables, pero acertadas críticas literarias. Sufrió varias crisis personales que le condujeron a perder la fe y a convertirse en un convencido anticlerical. Tuvo ideas republicanas pero pronto se desengañó también de la política.

Obra

Comenzó tarde a escribir obras literarias. Sus primeros textos son ensayos y críticas literarias y políticas en artículos de prensa que publicó en libros recopilatorios. Según apunta Ricardo Gullón, las mejores obras de crítica literaria de Clarín se encuentra en:

Solos de Clarín (1881), La literatura en 1881 (1882; en colaboración con Armando Palacio Valdés), Sermón perdido (1885), Folletos literarios (1886-91), Nueva campaña (1887), Mezclilla (1888), Ensayos y revistas (1892), Palique (1893), y Siglo pasado (1901).

Y en varios recopilatorios: Preludios de Clarín (1875-1880) (Jean-François Botrel, 1972), Obra olvidada, artículos de crítica (1882-1901) (Antonio Ramos-Gascón, 1973) y Clarín político, tomos I y II.

En literatura, dominó el cuento o relato breve; destacados son  relatos como Pipa (1879) y Adiós, Cordera; y entre sus colecciones de cuentos destacan entre otras: El Señor y lo demás son cuentos (1892), Doña Berta(1892) y Cuentos morales (1896). Pero sin duda, las obras que le han dado la fama son las dos novelas que escribió: La Regenta (1885) y Su único hijo (1895). La primera es una novela de técnica naturalista que retrata el ambiente de enfrentamiento ideológico y político que vivía la sociedad española en ese momento, en la obra reflejado en la disputa que por Ana Ozores (la Regenta) mantienen Fermín de Pas (el Magistral, representante de los conservadores) y Álvaro Mesía (jefe del partido liberal). La obra es considerada, junto a Fortunata y Jacinta, de Galdós, como la mejor del siglo XIX en España. 

También intentó, sin éxito, triunfar en el teatro; el estreno de Teresa (1895) fue un fracaso.

 

La Regenta está considerada por una mayoría de la crítica como la obra cumbre del Realismo español. Desde luego no le faltan elementos para merecer esa distinción: está magistralmente escrita, representa inmejorablemente todas las características temáticas y de estilo propias del realismo-naturalismo y es, en definitiva, una gran novela solo comparable con lo mejor de Galdós, Fortunata y Jacinta.

2. Resumen.

La obra se divide en dos partes de quince extensos capítulos cada una:

la primera comprende los acontecimientos que ocurren en tres días

– la segunda abarca tres años.

Cada capítulo tiene unidad y autonomía dentro del conjunto. Esto es quizá porque el autor originalmente publicó la obra “por entregas” y ese sistema obligaba a cerrar cada capítulo en la parte más interesante, para que el lector estuviese deseoso de leer el siguiente capítulo.

Los escenarios principales de la novela:

La obra sucede en Vetusta, ciudad de nombre inventado pero que es fácil de identificar con Oviedo. El autor centra su retrato en la zona noble de Vetusta llamada La Encimada, donde viven los principales personajes. La acción avanza lentamente por El paseo, el Casino de Vetusta, lugar de encuentro de la burguesía terrateniente y los liberales; el palacio de los Vegallana, la catedral y la casa de La Regenta, como escenarios principales

Primera parte:

Como decíamos antes, se narran los acontecimientos que trascurren durante 3 días. Los personajes que centran la atención en estos capítulos, como en el resto de la obra, son el trío protagonista: Ana Ozores, Fermín de Pas y Álvaro Mesía.

Los primeros capítulos, pues, sirven para presentar a los personajes principales. En los primeros siete capítulos se introduce el hilo argumental de toda la novela: por un lado los socios del casino (y el resto de ciudadanos de Vetusta, en general) sospechan de las intenciones amorosas del Magistral con la Regenta, y por eso animan  a  Mesía para que se adelante a Fermín de Pas y se convierta en amante de la dama. En el cap. VIII, en casa de los marqueses de Vegallana, serán las damas de la alta sociedad vetustense  (en la mayoría de los casos ex-amantes de Mesía, el “don Juan” de la ciudad) las que animan a don Álvaro para que se lance a la conquista de la Regenta.

El resto de los siguientes capítulos de esta primera parte repiten este  motivo novelesco de la “caza” de la dama, al tiempo que en las conversaciones, encuentros sociales y reuniones en el casino, el autor nos sigue describiendo a la sociedad de Vetusta.

La acción en la primera parte de la novela avanza muy lentamente porque lo que interesa es presentar a los personajes, sus vidas, pensamientos, intrigas, dificultades, pasiones, vicios, las relaciones sociales, las luchas de poder, los tipos sociales… el día a día de una ciudad  representativa de la España del momento.

Segunda Parte

Podríamos agrupar el resumen de estos 15 capítulos de la segunda parte en tres grupos en relación al desarrollo del argumento:

Del Cap. XV al XX: Competición por Ana. La segunda parte se inicia con los Quintanar (Víctor y Ana) que aceptan la propuesta de Álvaro Mesía para  ver una representación del Don Juan Tenorio. Durante la actuación, Ana experimenta una gran impresión (siente una catarsis sentimental y desea imitar el amor entre Inés y don Juan) y días más tarde padece una crisis que la mantiene una temporada en reposo, enferma y débil. Los dos pretendientes de la Regenta, o sea, El magistral y Álvaro Mesía, frecuentan la casa para visitarla.

Del cap. XXI al XXV. El Magistral deja ver sus intenciones y Ana se aparta de él, Mesía toma ventaja. Ana se ha recuperado de su enfermedad. Quizá lo más destacado vuelve a suceder en el cap. XXIV: Ana obtiene el permiso de su confesor (el magistral) para ir al baile del Casino. Allí baila con Mesía y cae desmayada en sus brazos.

El cap. XXV es muy importante para la historia. De Pas tiene una entrevista crucial con Ana. Él la regaña por su actitud del día anterior en el baile, quiere saber qué pasó realmente con Mesía y, finalmente, muerto de celos, pierde los nervios y deja ver sus verdaderos sentimientos por Ana (que se horroriza al descubrirlo).

Del cap. XXVI al XXX. Desenlace de la historia: Adulterio y tragedia final. En el cap. XXVI De Pas y Ana se reconcilian y, en compensación, Ana le promete que saldrá descalza como penitente en la procesión de la Semana Santa (con esto el Magistral pretende mostrar a sus enemigos que no ha perdido autoridad sobre Ana). Después de la experiencia del Viernes Santo, Ana sufre una nueva enfermedad. Para su recuperación,  Mesía sugiere al Marqués de Vegallana que Ana pase una temporada en su finca. De esta manera Mesía podría quedarse a solas con ella. En el cap. XXVIII sucede algo fundamental para el desenlace de la historia. En uno de los paseos por la finca de los marqueses, Ana y Mesía, que caminaban separados del grupo se ven sorprendidos por una tormenta y se refugian en una cabaña. Álvaro aprovecha la ocasión para declararle su amor. Pasan todavía unos días hasta que Ana, después de ésta declaración de amor, se convierta en amante de Mesía.

Ana y Mesía ya amantes se encuentran casi a diario en el dormitorio de Ana (algo que no debe sorprender pues ella y su marido no dormían juntos). Mesía pasa cada noche y antes de que se despierte el marido escapa por el balcón sin levantar sospechas. Petra la criada de los Quintanar, es la primera en saber que Mesía  está todas las noches en la alcoba de la Regenta haciéndole el amor, y decide contárselo al Magistral. Lo hace porque odia a Ana y porque desea trabajar en casa del Magistral y piensa que así conseguirá sus propósitos. De Pas, dolido por los celos, quiere vengarse, se siente humillado, como si fuera a él a quien están engañando. Le gustaría asesinar con sus manos a Mesía, pero es un cura y no puede hacer nada, por eso, con la colaboración de Petra, idea el modo de vengarse: Don Víctor se levanta todos los días a las siete de la mañana para ir a cazar, pero Petra debía adelantarle el despertador una hora de este modo vería como Mesía abandonaba la alcoba de Ana.

En el Cap. XXX (final de la novela), el plan funciona. Quintanar se despierta antes y aunque descubre a los amantes,  se marcha de caza  como tenía pensado ese día. Sin embargo, al volver a casa, Fermín De Pas lo espera y lo convence para que defienda su honor en duelo con Mesía. Álvaro es un cobarde y no quiere “batirse en duelo” de pistolas. Además Quintanar es muy buen tirador, uno de los mejores de Vetusta. El marido de Ana tampoco quiere el duelo ni matar a Álvaro. Los dos luchan por las presiones de los demás. En el duelo, por casualidad Mesía mata al marido de Ana.  Mesía huye a Madrid y escribe a la Regenta una carta que le deja aún más abatida y sólo.

La Regente termina aislada, señalada por la sociedad como adultera y causante de la muerte de su marido. La novela se cierra con un último encuentro, del todo desgarrador, entre Ana y Fermín en la catedral  (los fragmentos 3, 4 y 5 recogen estos momentos finales de la obra)

3. Personajes

Ana Ozores (27 años) es una joven  de clase noble   a menos.  Al quedar huérfana sigue los consejos de sus tías y acepta el matrimonio con un hombre mucho mayor que ella, pero con una desahogada situación económica. El matrimonio le aporta  seguridad y sustento para la vida, pero no le hace feliz. Su marido es unos 20 años mayor, pero es que además no le presta atención ni emocional ni física; es bueno con ella, pero como lo sería un padre. Por su marido, que fue regente de Vetusta, le viene el sobrenombre de la Regenta.

Vive con la esperanza de encontrar algún día un amor ideal y puro, algo que le llene la vida, mientras tanto Ana dedica su tiempo a leer libros y novelas que la alejen de la realidad.

  • Primero lee libros religiosos con el deseo de encontrar paz y amor espiritual. En ese momento se siente muy cercana al magistral Fermín de Pas. Sin embargo, cuando descubre las intenciones amorosas de éste, se alejará asustada.
  • Después, está influida por la lectura de novelas románticas, que tratará de imitar en la vida real, pero se equivoca al querer encontrar romanticismo y sentimientos puros en una sociedad tan corrompida como la de Vetusta (la ciudad inventada -trasunto de Oviedo- donde transcurre la novela). Confundida por sus deseos se enamora de Álvaro Mesía, un hombre sin sentimientos que sólo quiere conquistarla como un trofeo.  Ana se equivoca y acaba derrotada por una sociedad cínica que se divierte con su caída.

Fermín de Pas (34 años). Es el Magistral (un alto cargo de la catedral). Está muy dominado por su madre y, al mismo tiempo, De Pas es, posiblemente, la persona más influyente del pueblo, por tanto el principal enemigo de los que quieren sustituir al clero en la cima del poder social (nos situamos a finales del siglo XIX una época de cambio político y social). Para demostrar su autoridad sobre los ciudadanos de Vetusta exhibe como un triunfo y una demostración de poder la influencia que tiene sobre Ana. Él dirige su vida y su comportamiento. Es su confesor y ella hace todo lo que él le dice. Pero De Pas se enamora de ella y cuando Ana lo descubre lo abandonará.

Álvaro Mesía (45 años).  Es el líder de los burgueses liberales que compiten por el poder con la iglesia y la aristocracia. También es el “Don Juan” de Vetusta (aunque algo viejo ya). Casi todas las mujeres de la aristocracia vetustense se han acostado con él, por eso son precisamente estas mujeres las que le animan para que conquiste a la Regenta. Quieren que ella caiga en el adulterio como cayeron ellas. Además Mesía también ve la posibilidad de humillar al magistral, su enemigo, frente al resto de la sociedad de Vetusta.

Otros Personajes destacados

Don Víctor Quintanar (58 años), marido de Ana Ozores. Es para Ana más un padre que un marido. Mucho mayor que ella, vive más preocupado por la colección de mariposas, la caza y la lectura de obras de teatro romántico que por su mujer. Eso sí, se preocupa por su salud y es respetuoso con ella.  En definitiva, un buen hombre, aunque un poco “bobo”, pues será el último en enterarse del adulterio de su esposa.

Frígilis. Amigo inseparable de Quintanar. Es su consejero y compañero de caza. Es, junto con el Obispo Camoirán, uno de los dos personajes que se comportan de manera digna en toda la obra y el autor muestra por ellos respeto.

Doña Paula. La madre del Magistral. Es viuda. Con un carácter cerrado e insensible es codiciosa y tiene una total influencia en su hijo. En realidad doña Paula es la que domina a las almas de Vetusta a través del Magistral, pero si De Pas lo que ambiciona es el poder, la madre sólo desea acumular riquezas.

El Marqués Paco Vegallana. Aristócrata liberal. Amigo de Mesía. Será cómplice de éste en sus intenciones con la Regenta. Muchas de las escenas de la novela se desarrollan en su palacio. Allí será donde, por ejemplo, Mesía conquiste a Ana. Y su mujer, la Marquesa llena de maledicencia y deseosa de ver como Ana comete adulterio. Intima con la Regenta haciéndose pasar por su amiga, pero es sólo una falsa envidiosa que intriga contra ella.

Petra es la doncella de Ana. Ha servido en muchas casas principales. Es envidiosa y desconfía de todos. No soporta a la Regenta, y será precisamente Petra, en colaboración con Fermín de Pas, la causante de la tragedia final al poner el adulterio de Ana  ante los ojos del marido.

 

Estos son los personajes principales pero el micromundo de la Regenta es inmenso. Aparecen cientos de personajes con sus caracteres retratados y desempeñando un papel más o menos importante en la historia. Entre todos recrean el ambiente provinciano de Vetusta que trata de ser un ejemplo de la sociedad española del momento.

4. Comentario de la obra.

En la novela están representados todos los personajes de una ciudad española del s XIX: el obispo, marqueses, el cacique local, obreros, burgueses, etc…  La Regenta ofrece una visión de los conflictos sociales y personales que se desarrollaron en  aquella sociedad:

a) Conflictos sociales: La novela se ambienta en una ciudad de nombre inventado, Vetusta, pero el lector puede reconocer fácilmente que se trata de Oviedo. Vetusta sería un modelo de la sociedad española entera. En Vetusta la iglesia y la aristocracia controlan la ciudad, pero la nueva clase pudiente, la alta burguesía y la aristocracia liberal  tratan de sustituirlos.

La novela critica con dureza a los conservadores, a los liberales, a una parte del clero, etc. la sociedad toda es sometida a crítica. En la ciudad dominan: la envidia, el interés por el poder, la superficialidad y las habladurías de la gente.

Una sociedad corrompida y estúpida, en definitiva, por eso la gente de Vetusta no aceptan que haya alguien  moralmente decente como la Regenta. Todos intervienen en la caída moral de Ana Ozores, buena persona, decente, pura, idealista  e ingenua que estaba totalmente expuesta e indefensa en ese mundo de miseria espiritual.

b) Conflictos personales (personajes):

El argumento de la novela mantiene su interés en el desarrollo de la historia de amor de Ana Ozores. Es un triángulo amoroso en el que intervienen los 3 personajes principales. El autor narra la evolución de esta problemática amorosa captando la atención del lector hasta el final.

En relación con los temas del realismo, en la obra dos de estos son los  principales: El Adulterio y la relación amorosa en la que forma parte un clérigo.

Además de estos dos se tratan casi todos los temas propios de la novela realista: el caciquismo, el enfrentamiento político y social, etc…

4.1. El naturalismo en La Regenta

En la novela se pueden ver la influencia del naturalismo en diferentes aspectos compositivos:

  • Espacio y tiempo: como en todas las novelas del Realismo y el Naturalismo se ambienta en época contemporánea para el lector. La ciudad era el espacio preferido por escritores de ideología progresista como Clarín. Además, Vetusta es siempre motivo de corrupción y decadencia moral. Todo lo malo sucede en la ciudad, los personajes solo disfrutan de la vida cuando se alejan de ese medio y salen al campo, en los paseos, la finca de los marqueses, etc.
  • Narrador: Clarín intenta por el mayor grado posible de objetividad narrativa y para ello además de emplear el narrador omnisciente, el abundante diálogo (donde son los personajes quienes directamente opinan) usa una técnica muy empleada en el naturalismo que se llama estilo indirecto libre de este modo el autor se mete dentro de la mente del personaje para narrar lo que este observa y piensa pero presentándolo en tercera persona, como si se tratara de un narrador omnisciente. En el siguiente fragmento se puede observar cómo se emplea el estilo indirecto libre.
  •  Determinismo y Personajes: la organización determinista del ambiente sobre el individuo. Ana Ozores acaba vencida por el ambiente, por una sociedad maledicente y corrupta que la conduce al adulterio y al descrédito social. Pero a diferencia del naturalismo francés, Clarín no centra su atención en lo más marginal de la sociedad sino que son la burguesía y la alta sociedad quienes tienen el protagonismo. 

 

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