1. La comunicación literaria
Para lectores, escritores y estudiosos de todas las épocas, la finalidad de la literatura ha sido uno de esos temas de discusión sobre el que no ha existido un acuerdo unánime. ¿Qué es la literatura? ¿Es solo una fuente de placer y belleza o tiene además otros objetivos? En la antigüedad grecolatina, preceptistas como Aristóteles y Horacio consideraban que la literatura debía provocar placer estético además de instruir y enseñar. O sea, debía tener una doble finalidad, entretenida y práctica. Desde entonces, la literatura se ha explicado acudiendo a ese doble objetivo: deleitar y enseñar; y en unas épocas se ha destacado más uno u otro de estos aspectos. Sin embargo, con el Romanticismo, se produjo un cambio en la mentalidad respecto a la estética (que se vio reforzado con las vanguardias de principios de siglo XX). Desde el movimiento romántico se afianzó la idea de que la literatura es un fin en sí misma. Tiene finalidad estética y si se hace acompañar de una enseñanza, ésta será expresada de un modo subjetivo, irracional o poético.
Por tanto, la literatura, en la perspectiva actual tiene como fin la expresión de la belleza y la obtención de un placer estético. Utiliza como instrumento la palabra, hablada o escrita.
Desde la perspectiva actual, por tanto, podemos definir la literatura como el arte que emplea las palabras de manera especial para captar la atención del receptor por medio de la estética de la lengua.
2. Los elementos de la comunicación literaria
Es un tipo de comunicación especial, de manera que los elementos de la comunicación tienen funciones especiales.
- El emisor, en la comunicación literaria es el autor del texto. Un artista con la imaginación y el dominio lingüístico necesarios para producir sensación de belleza y placer estético.
- El receptor no es, como en la comunicación ordinaria, un destinatario preciso, sino que se trata de cualquier lector (o espectador en teatro).
- El canal normalmente es el texto impreso en forma de libro, aunque no olvidemos la importancia reciente de la transmisión por medios digitales. Además hay otros canales como los audiovisuales para las canciones y la representación teatral.
- El mensaje es la obra literaria.
- El código es la lengua empleada que es además la principal diferencia entre la comunicación corriente y la literaria. En la obra literaria fondo y forma, es decir, el contenido y la manera de expresarlo están íntimamente unidos. Es tan importante lo que se dice como la forma de decirlo. Recordemos que el objetivo último es llamar la atención del lector, provocarle interés, entretenerlo y darle satisfacción, para lo que el autor empleará todos los medios que considere necesarios para lograr estos fines.
- El contexto es diverso y no tiene por qué ser compartido por el autor y el lector. Como sabemos hay obras ambientadas en tiempos pasados, de ensueño o ciencia ficción. La literatura recrea un mundo que no tienen que ser real ni realista, solo responder a una cierta lógica interna.
3. La función estética o poética
Recordemos que la función poética que consiste en atraer la atención del receptor sobre la belleza del mensaje. ¿Cómo lo consigue el autor? Pues tiene que echar mano a diversos recursos: el verso, en la poesía, y tanto en prosa como en poesía es habitual que el escritor recurra al empleo de figuras literarias o recursos retóricos. Muchas de estos artificios los empleamos también en el habla común (para decir que eres aburrido podemos emplear la expresión eres un muermo; o estás como una chota, cuando estás loco/a; no eres mi amada/o sino mi corazón… y así podríamos seguir ¿verdad?), la diferencia está en que en la lengua literaria son más elaborados y originales y están empleados con otra finalidad.
4. Razones para el conocimiento y estudio de la literatura
Son muchas, sin duda, pero algunas de las principales razones por las que se lee y estudia la literatura serían las siguientes:
- Para descubrir otras “vidas” y en otros “mundos”. Es decir, para conocer otras culturas y acercarnos a otras personas. Por medio de la literatura puedes descubrir realidades sin haber viajado nunca a esos lugares, conocer otras formas de vida, personas con maneras de entender la realidad diferente a la nuestra. Todo esto nos complementa y enriquece como individuos.
- Para comprender mejor cómo somos y cómo es la realidad que nos rodea.
- Para reconocernos en personajes con inquietudes, problemas, deseos y éxitos o fracasos similares a los nuestros
- Para dejar volar la imaginación y, al contrario del punto anterior, identificarnos con personajes que nunca podríamos ser en la realidad.
- Por último, para ampliar el conocimiento que tenemos de nuestra lengua.